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El perfil de la carrera |
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No lo puedo negar: me encantan los ultras; hay gente que no acaba de verle la gracia a correr durante 12, 15, 20 o 30 horas seguidas, pero estoy convencido de que si alguna vez pudieran vivir en primera persona todo lo que supone participar en una de estas pruebas, cambiarían de opinión. Es muy posible que en mi caso, al ser un corredor lento, le de un enfoque diferente al de muchos otros corredores, ya que en estas pruebas yo solo busco vivir una gran aventura y llegar a meta en buenas condiciones, dejando a un lado la competición pura y dura; eso sí, no puedo ser hipócrita y reconozco que siempre hace ilusión recortar tu tiempo, pero no para decir que soy más rápido que este o aquel, sino para decir que he sido capaz de superarme, de vencerme. Soltado este pequeño rollo a modo introducción, diré que mi único objetivo participando por segunda vez en CSP (ya hice esta carrera en 2013) era conseguir los tres puntos que me faltaban para a final de año, poder participar en el sorteo de esa carrera con la que todos soñamos: UTMB (Ultra Trail MontBlanc), 170 kilómetros y 10000+ que siguen siendo una pequeña obsesión para muchos de nosotros.
Y con esta premisa me presento en Castellón city, al objeto de recoger mi dorsal en la mañana del viernes 22 (la carrera salia esa misma noche a las 0'00 horas); allí coincido con Javi y Josevi, dos buenos amigos, quienes me presentan a otro Javier (Romero) quien resulta ser un fenómeno en todos los sentidos. Haciendo cola para pillar la bolsa del corredor coincidimos con Victor, y tras tenerlo ya todo recogido al coche y vuelta a Xirivella...
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En la feria del Corredor en Castellón |
La idea la de siempre: a dormir una buena siesta para estar fresco durante la noche, pero pese a los tapones y la media pastillita de melatonina que me tomo, antes de las dos horas ya estoy despierto y acelerado. Miro el móvil y veo que tengo una llamada de mi hermano, le llamo y me da un sorpresón: él y mi cuñada me van a acompañar durante toda la carrera; han pillado un hotel en Burriana y serán mi equipo de apoyo...tras decirles que están chalaos, acabo de prepararlo todo y me voy con mis chicas a un centro comercial a comprar algunas cosillas de casa y de paso, a despejar mi mente. A las 21'15 me recoge mi equipo técnico y ale, rumbo a Burriana y después a Castellón. La verdad es que estoy muy tranquilo, de hecho estoy demasiado tranquilo; haber finalizado Transgrancanaria hace mes y medio me da una falsa sensación de seguridad al ser una carrera más dura que esta que voy a hacer.....sí, así de rara es la cabeza, pero iba hacia Castellón con un programa mental más o menos así: "bueno, son 115 kms, 10 menos que en Gran Canaria y casi 3000 metros de desnivel positivo menos....esto es puro trámite"...ojo, que no iba así de tranquilo por chulería o porque fuera superentrenado ni nada por el estilo, al contrario, de las 6 semanas que hubieron entre carrera y carrera en 3 de ellas no corrí nada (gripes, mareos, trabajo, niña, etc) y en las otras 3 no pasé de correr 31 kms....o sea, que flojito flojito....pero no sé, así me sentía; cómo digo, iba extrañamente seguro, supongo que a todo te acostumbras y quizás por eso, tras lo de Gran Canaria, 115 kms y 5500 mts+ ya no me parecían "tantos"....muy pronto descubriría lo equivocado que estaba y la realidad me pegaría una buena leche en toda la cara...
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Embadurnándome de vaselina antes de empezar |
Llegamos a la UJI de Castellón bastante pronto, a las 22'30 o así, y poco a poco aquello se va llenando de corredores y corredoras. Estoy muy contento por tener aquí a mi hermano y a mi cuñada, pero el motivo principal no es porque me vayan a acompañar (sí, ya sé que suena raro), lo que más me alegra es el que puedan estar viviendo esto conmigo, el que formen parte de todo y entiendan lo que esto supone para mí. Si hay algo que me gusta y sé que no logro tanto cómo quisiera, es compartir lo que siento y vivo con los demás, ese es el motivo de mis tochocrónicas, y si me gusta tanto es porque quiero que la gente se sienta tan bien cómo me siento yo, algo muy muy difícil de conseguir para mí. Por eso tenerlos aquí, a mi lado, e irles contando cosas de este mundillo, me encanta. Y en sus caras noto que están disfrutando de este ambiente extraño hasta ahora para ellos. Al ir a dejar las bolsas que me llevarán a Culla y a meta veo a Edu de Corremon, quien viene a acompañar a un amiguete, charlamos y me da ánimos para lo que me espera. Entro en las pistas y me encuentro con Isabel Murillo que ha venido a animar a los de su equipo, luego hablo con los tres corredores del SOM Passatge que se enfrentarán con estos 115 kms, veo a Roberto y a Rubén de Corremon que también están ahí para animar, y luego me voy juntando con Josevi, Javi, el "otro" Javi y la gente de Corremon....estoy muy contento y feliz, y mi equipo técnico está casi más nervioso y excitado que yo. Ya hemos pasado el control de material, ya estoy dentro, y ahora solo queda que den la salida....mi hermano y mi cuñada no dejan de hacer fotos, de grabar vídeos.....yo creo que si les hubiera dejado mi dorsal hubieran salido corriendo.....Depa va calentando el ambiente, un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de Ecuador, vuelve la música y "aaaaarrrrrrribaaaaa"....esto empieza....
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Con mi equipo antes de salir |
Empezamos a correr rumbo a Borriol, este año la carrera sale por primera vez de noche (antes salía el sábado a las 6 de la mañana con los de la MIM), y el tramo de Borriol es completamente nuevo. Hacemos un tramo de asfalto y nos metemos en el monte. Lo primero que noto es que de piernas voy congestionado, que no las noto ligeras, y eso que tres días antes las había descargado en el fisio.
Aun así no me preocupo mucho y sigo porque sé que al principio todo es raro. Empezamos a subir y ver la serpiente multicolor de los frontales me deja de nuevo alucinado....la de veces que la he visto, pero me sigue fascinando ver esa hilera de lucecitas en mitad de la montaña. Llaneamos, al fondo veo el Castillo de Borriol, y empezamos a bajar por un tramo técnico y resbaladizo....sigo sin encontrar finas mis piernas, pero ahí vamos....llegamos a Borriol, km8 de carrera, y nada más entrar al pueblo me encuentro a mi hermano y mi cuñada animándome....me pega un buen subidón y les grito: "venga a dormir", y aunque viene una
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Dejando atrás Castellón |
calle bastante empinada, la subo trotando porque hay un ambientazo de tres pares de cojones y diría que medio pueblo está allí animando. Paro en el avituallamiento, como algo, recargo agua y seguimos.....ahora hacemos parte del recorrido del Maratón de Borriol, subimos a la ermita y en vez de subir (escalar es la palabra más apropiada) por el tramo del Maratón, lo hacemos por una vía algo más suave que discurre paralela por la izquierda....la subida es dura y ya empiezo a notar que esto va en serio, y esa falsa seguridad con la que yo venía se va esfumando.....
Tras esta subida volvemos al llaneo y luego pues lo típico: sube, baja, llanea, mezclando algún sendero con tramos de cómoda pista. Mis piernas siguen igual: van cómo agarrotadas, doloridas, pesadas, pero lo que empieza a asustarme es que mi cabeza ya está empezando con los malos pensamientos, demasiado pronto para eso....a la típica y negativa pregunta que te surge siempre en estas carreras, ya sabes, la de "¿qué coño estás haciendo aquí?", se une una dolorosa afirmación: "estás sufriendo y te quedan muchas horas de sufrimiento" seguida de otra pregunta, novedad en mi catálogo de ideas para destrozarte moralmente, que no deja de atormentarme: "¿para quien estás corriendo?". Esta última cuestión no deja de herirme por dentro, es cómo un insecto que me carcome el cerebro; pienso que si no estuviera mi equipo aquí, si no hubiera Facebook y si no hubiera livetrail, yo no estaría corriendo...vamos, que si solo yo supiera que estoy aquí, si nadie más lo supiera, abandonaría y punto. Sé que nada de esto tiene sentido, sé que estoy aquí porque quiero, porque me gusta,
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El impresionante paso por Borriol |
pero no puedo quitármelo de la cabeza. Pienso que es uno de los típicos bajones que te suelen dar en estas carreras, un bajón demasiado prematuro, pero sé que pasará; hay un rato, mientras corro por pista, que apago el frontal y corro a oscuras, iluminado por la luna llena....y a la que me descuido empiezo a ver ante mi un cielo lleno de niebla, una niebla rojiza muy intensa en mitad de la noche...conforme me voy acercando escucho música disco a un elevado volumen, y al final de una pequeña bajada veo esa figura enorme (a mi me parece un gorila) que sostiene una piedra arriba, el famoso "Gegant de Pedra", y veo a los corredores pasando por debajo...sí, ya estoy en el control de la Bassa de Oronetes, km 23. Por un momento aquel lugar me recuerda a esa escena de "Apocalypse Now" cuando en mitad de la noche y navegando por el río se encuentran con ese festival donde llegan las tías del Playboy.....aquí no hay chicas ligeras de ropa, pero la sensación es la misma: la de estar en un lugar fuera de contexto. De nuevo como algo, bebo y recargo (uno de los "mandamientos" de cualquier ultra es comer y sobre todo beber en todos los avituallamientos, aunque no tengas hambre ni sed) y sigo corriendo.....la niebla nos envuelve, a dos metros no veo nada, millones de minúsculas gotitas de agua golpean mi cara y me compadezco de los corredores que usen gafas; me giro y voy dejando atrás esa atmósfera rojiza del avituallamiento y la visión de las luces de los frontales de otros corredores entre la niebla me tiene atontolinado. Unas voluntarias me indican que debo girar a la derecha, empiezo a bajar por un sendero y en un momento ya estoy cruzando la Rambla de la Viuda. Me resulta muy extraño pasar por aquí de noche, siempre lo había hecho de día y con un calor abrasador. Mi cabeza sigue machacándome, no me apetece estar aquí, pero pese a todo me paro en mitad de la Rambla porque estoy viviendo un momento mágico: miro hacia arriba y veo la luna llena entre los árboles, su luz proyecta sombras que al mezclarse con la niebla dibujan una escena digna de película de Tim Burton.....pienso en mi mujer, pienso en eso que me dijo respecto a correr de noche disfrutando de una luna así, y me pega un pequeño subidón y acelero mientras corro por ese barranco.....la excitación me dura muy poco y me vuelvo a hundir...pienso en retirarme, sí, lo pienso muy seriamente pese a que no me pasa nada. No logro quitarme de la cabeza los pensamientos negativos, ningún truco me funciona, y me planteo muy seriamente cómo y donde retirarme. Pruebo un último recurso: la música. Conecto mi MP3 y sí, funciona, aprieto el paso y empiezo a adelantar a gente, sobre todo en la subida a Les Useres, km 32 de carrera. Llego al avituallamiento que de nuevo me resulta muy extraño ya que siempre lo había pasado de día y con calor. Hay ambiente, no mucho pero hay, recargo de todo, y cuando me voy a marchar veo llegar a Josevi. Me dice que va muy bien, le cuento mi estado de ánimo y lo mal que me siento y no sé si por inercia, me largo y continuo.
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Correr de noche es una experiencia increible |
Salgo del pueblo, dos Guardias Civiles están en el paso que cruza la carretera antes de empezar a subir por esa zona llena de pedrolos, ahora sé que empieza una subida durilla porque esto ya lo hice cuando corrí MIM en 2012 y CSP al año siguiente. Tras subir un primer tramo, pisteo un poco....llevo la música puesta, delante de mi van dos corredores, y al poco veo que el primero se para y empieza a decirle a gritos algo al que va detrás...yo lógicamente no lo escucho, pero miro hacia atrás y me encuentro con la hilera de frontales subiendo por otro sitio y es que ....¡nos hemos pasado el cruce!....me doy la vuelta y sigo trotando cuesta arriba hasta llegar al cruce bueno, me uno a la hilera y ale, para arriba. Mi cabeza me está venciendo, no logro sobreponerme, y para colmo, suenan los ACDC que siempre me ponen a mil, pero ahora me llega a la mente la oronda y poco higiénica imagen de Axl Rose, me lo imagino en la siguiente gira del grupo y me acabo de hundir. Apago la música y ale, a la mochila el puto reproductor. Tras el subidón, que me resulta más corto y llevadero de lo que yo recordaba, iniciamos la bajada y empiezan a entrarme unas ganas terribles de ir al baño y vaciar mi estómago...lo que me faltaba. Cuando acaba la bajada y aquello se aplana vivo una situación graciosa: decenas de corredores paran en una explanada y se ponen a mear, todos a la vez, cómo si se hubieran puesto de acuerdo o aquello estuviera señalizado cómo "meódromo"; resulta muy curioso. Yo sigo con
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Consultando el siguiente punto de control |
mis ganas de soltar lastre, el estómago me duele mucho, pero no encuentro un lugar apropiado....sigo corriendo hasta que a mi derecha, veo un campo de labranza separado por un muro de piedra de la pista por la que corremos...¡salvado!....tras la operación, me quedo un buen rato quieto, sin hacer nada, en completa oscuridad; sé que soy invisible y que nadie se da cuenta de que estoy ahí, y me quedo escuchando como los corredores pasan junto a mí por detrás del muro. Oigo sus pisadas, sus jadeos, su respiración, y no me apetece seguirlos. Pienso que si tuviera una manta o un saco de dormir la echaría aquí y mañana sería otro día, y estoy unos minutos allí igual, quieto, sin hacer nada. Mi mente me está venciendo, lo sé, y o hago algo o acabaré tumbándome en un rincón....y hago lo único que puedo hacer....salgo de detrás del muro y me pongo a correr. Para mi sorpresa, el haber soltado lastre ha hecho que me sienta muchísimo mejor, pero hago otra cosa que me sienta de maravilla: paro y me bajo las medias de compresión (que me puse por precaución en la salida) hasta los tobillos....de pronto noto mis piernas ligeras, frescas, y compruebo que puedo correr con más soltura....y en poco tiempo tengo ante mi un edificio iluminado en la noche, una noche que está acabando porque en el horizonte, lejos, empieza a clarear: estoy llegando a San Miquel, km 41. Estando ya prácticamente entrando, alcanzo a Josevi que me tuvo que pasar mientras yo vivía mi momento "zen" tras el muro. Entramos juntos y de nuevo la extraña sensación de encontrar aquello con muy poca gente, con sitio para sentarse, justo lo contrario que en las dos ocasiones anteriores que estuve allí. Descansamos, comemos algo (me zampo mi primer croassan de chocolate porque fui incapaz de tragar un trozo de empanada que cogí en el avituallamiento), recargamos, y cuando salimos por detrás vemos que está amaneciendo.....miramos el siguiente punto de control: Atzeneta, y entonces nos damos cuenta de que un fotógrafo nos está inmortalizando. Posamos para él y seguimos corriendo....
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Rumbo a Atzeneta |
Ver cómo empieza a amanecer hace que de repente, de mi mente se vayan todos los malos pensamientos y empiece a sentirme realmente bien. Mis piernas están ligeras, no me duele nada, voy muy bien de tiempo y no estoy en absoluto cansado....Josevi y yo vamos hablando de carreras, de corredores, empieza a clarear y vemos a los primeros madrugadores que salen a animarnos por cualquier sitio, a hacernos fotos....vemos Atzeneta ante nosotros, estamos corriendo por terreno prácticamente llano, el sol empieza a brillar con fuerza e ilumina las flores de los campos junto a los que corremos.....este momento me resulta mágico, todo lo negativo que sentía se ha esfumado y ahora me siento justo al contrario: positivo, feliz, lleno de energía, y aunque quedan casi 70 kilómetros para llegar a meta, yo tengo la sensación de que salvo que me lesione, me ponga a vomitar, o me pegue una buena hostia, ya tengo la carrera en el bolsillo.....no, no me preguntes por qué, es la cabeza, la puta cabeza, pero en apenas media hora había pasado de pensar en abandonar, a sentirme ganador....
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CSP |
Llegamos al pueblo, km47, Josevi me dice que sigue adelante, que ya le pillaré, pero yo me paro porque tengo que guardarme el frontal y rellenar agua. Salgo unos minutos después y tras atravesar el pueblo, encaro un sendero con una muy ligera inclinación hacia arriba que hago trotando mientras adelanto a algunos corredores que andan; salimos del pueblo y vamos subiendo, me encuentro muy bien y me encantan los colores que van rompiendo conforme el sol coge fuerza y altura, sé que ahora viene un tramo duro: la subida a Benafigos con su terrible "muro", pero nos meten por un barranco que no me suena de nada, y unos corredores me dicen que este tramo también es nuevo y que el muro ya no se hace. Sigo de lejos a Josevi, a quien vi al salir de Atzeneta, y poco a poco me voy acercando a él, hasta que lo paso cuando él y otros corredores tienen el mismo problema que tuve yo en Useres: se han pasado el cruce...vuelven y Josevi se pone justo detrás de mí. El barranco se las trae, muy sucio, lleno de grandes pedruscos con pasos delicados donde algún corredor se cae y le ayudamos a levantarse, luego salimos de allí y empezamos una corta y dura subida, un tramo de pista en ligero ascenso, y luego ya la subida al pueblo (se ve desde abajo, está a tomar por culo) en unos tramos en zig-zag con bastante pendiente. Josevi se va descolgando, yo me giro en cada curva hasta que al final lo pierdo de vista.....llego arriba, de nuevo la misma sensación: no me ha costado mucho esfuerzo subir, y tras callejear a toda leche (hay mucho ambiente y la gente te anima) llego al avitualliento (km 57). Allí está de speaker Kike Moret, yo me siento, me zampo uno de los sandwiches de chorizo y queso que llevo en la mochila, luego un croassan de chocolate, bebo mucho, y luego pillo cosas del avituallamiento, disfrutando enormemente con un pastelito de chocolate (goloso que es uno). Enciendo el móvil y hablo con mi mujer, y aprovecho para mandar algunos wachaps....hablo con Edu, cuyo amigo tiene problemas digestivos y decide abandonar; y cuando me voy a largar aparece Josevi. Me dice que lleva muy mal las subidas, charlamos y me largo...ya no lo volví a ver.
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Control de Culla, km 70 |
Pese a que me encuentro muy bien de piernas, los cuadriceps están agarrotados y deduzco que me pasa lo mismo que con las medias de compresión...saliendo de Benafigos veo un sitio que pone "WC", me meto, me despeloto y me quito los pantalones de compresión...¡¡¡aleluya!!!....ahora sí, ahora sí que tengo las piernas ligeras, fuertes y con ganas de marcha. Salgo disparado cuesta abajo notando mis piernas frescas, cómo si no hubieran corrido.....contra todo pronóstico, las prendas de compresión que deberían de ayudarme, han hecho todo lo contrario: frenarme, agarrotarme; ahora sin ellas me siento genial. Voy a buen ritmo, contento, pero temeroso porque ahora viene para mí el peor tramo: la subida a Culla por Peñacalva. La primera vez que vi esa puta subida, en 2013, pensé "¿pero por ahí se puede subir?....si no hay camino"...y sí, lo hay, un interminable y durísimo zigzag entre pedreras que te deja seco. Voy hablando con otros corredores que no han hecho CSP, alguno me dice que ya no se sube por allí, pero yo ya veo al fondo esa tremenda pared y sé que no hay otra forma de llegar a Culla....el camino engaña porque nos lleva justo por enfrente: subiendo, bajando, girando, y hay momentos en los que pienso que igual tienen razón porque no me suena tanta cosa....pero al final se impone mi teoría, salimos al barranco y nos quedamos a pié de paredón.....yo paro, meo, me como una gominola y pongo la reductora...poco a poco voy ganando altura, paso a algunos corredores, la cuesta pica pero menos de lo que recordaba, y a la que me descuido ya estoy en lo más alto....ahora viene una subida más suave, otro tramo corto y duro (pero nada que ver con lo subido antes) y luego se acabó lo peor....mientras subo pillo a Fernando, del SOM, le pregunto cómo va y me dice: "¿pues cómo voy a ir?, jodido", sigo para arriba, la cuesta se acaba, empieza un pequeño camino hormigonado cuesta arriba, me hacen unas fotos, y le pregunto al fotógrafo:"¿eso es Culla?" (aunque sé que es Culla, pero necesito que alguien me lo diga), y cuando me dice que sí y aquello se allana y luego se pone cuesta abajo, empiezo a correr a toda leche mientras voy pasando a corredores que van caminando tras el subidón de Peñacalva.
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Tras el subidón de Peñacalva, llegando a Culla |
Voy corriendo a buen ritmo, no estoy cansado pese a que llevo 70 kilómetros en mis piernas, voy encontrando gente conforme llego al pueblo y todos dejan lo que están haciendo y me aplauden y animan (impresionante cómo viven en Castellón las carreras de montaña), y en muy pocos minutos ya veo la entrada al pueblo....alguien grita mi nombre, y allí están: mi hermano y mi cuñada. Están muy contentos, se ponen a correr a mi lado porque les digo que hasta que no llegue al avituallamiento no paro; y de pronto veo a una chica que me aplaude y me llama por mi nombre, al principio no la reconozco pero enseguida caigo: es Marisa del SOM.....está finísima (no me extraña, menuda corredora está hecha, haciendo podiums en muchas carreras), por eso no la había reconocido, le doy dos besos y le doy las gracias por estar ahí.....entre mis familiares, Marisa, y la gente del pueblo que no deja de aplaudir, me llevan en volandas hasta el avituallamiento donde entro acompañado de mi hermano. Culla es junto a Vistabella, un avituallamiento donde hay mesas, sillas y platos de pasta y similares para reponerse. Cojo mi bolsa que han traído desde la salida, cojo algunas cosas del interior, dejo otras (cómo el puto pantalón de compresión,
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Tengo hambreeee |
las medias las sigo llevando bajadas en los tobillos por si luego me duelen los gemelos, aunque afortunadamente eso no pasó y estuvieron bajadas hasta meta), y me zampo un plato de macarrones y bebo varios vasos de zumo que me saben espectaculares. Mi hermano alucina con el ambiente, mi cuñada está fuera viéndolo todo (solo dejan entrar un acompañante por corredor ya que el local es pequeño) y guardándome los bastones, y yo estoy feliz, contento y con ganas de cachondeo...hablo de nuevo con mi mujer, y tras ponerme la mochila me dispongo a salir sabedor de que ahora hay un control de material...me pilla un chaval supermajo que me dice....."ummm....mochila"...y le digo que gracias, que es un crack (la mochila la llevo puesta y no tengo que sacar nada de dentro, así me ahorro faena y tiempo), y me dice "pilas" y le digo "no me jodas"....y empieza a reírse.....salgo, mi hermano consulta livetrail en el móvil y me dicen que según el programa llegaré a Vistabella sobre las 18'00 horas....les dijo que ojalá, porque quedan 18 kilómetros con bastante desnivel y con otro tramo malo de subida...me despido de ellos y me largo rumbo a San Bertomeu (km 80) y luego a Vistabella.
Salimos del pueblo y empiezo a bajar a toda hostia por un tramo que me encantó en 2013, no sé por qué pero me recuerda al Cañón del Colorado. Sé que ahora queda un tramo duro, pero también sé que si llego a Vistabella más o menos entero, la meta será mía. Empiezo a mirar el reloj y a hacer cálculos, y si sigo así las 24 horas que hice hace tres años pueden quedarse en 22, aun así no me confio. Voy chinochano pero no dejo de pasar gente: subo andando pero rápido, y en llano y bajando troto, lo hago cómo un robot, no me paro a pensarlo, simplemente lo hago. Supongo que cada corredor tendrá su estrategia en estas carreras, pero a mí el "modo robot" me va bien: bebe, come, cada cierto tiempo toma sales o magnesio, anda
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Control Vistabella km 88 |
cuando haya que subir, y trota el resto del tiempo; lo hago de forma automática, es cómo si me programaran, y oye, te evita tener que pensar y martirizarte en exceso. Voy acercándome a San Bertomeu, una pequeña ermita en mitad de la nada rodeada de unos paisajes que a mi me encantan....me doy cuenta de que el trazado, y al contrario de cuando pasé por aquí en 2013, evita la pista y te mete todo el rato por senderos....a veces por senderos que discurren paralelos a la pista tan solo dos o tres metros....a ratos me mola y a ratos no, porque parece que por pista llegas antes. Llego al avituallamiento, los voluntarios son unos y unas cachondos y cachondas, y para animarnos enchufan un micro a un altavoz y se ponen a cantar.....la escena me resulta divertida, van diciendo "corredor 2456 bienvenido a San Bertomeu" y cosas así....bebo, y me largo rumbo a Vistabella. Sigo en plan robot y voy pasando gente, y a la que me descuido veo el pueblo..."¿yaaaaaa?" me pregunto....pues sí, ya, debería haber llegado aquí a las 6 de la tarde pero me escanean el dorsal de entrada al avituallamiento justo a las 4.....cómo mi hermano y mi cuñada no están, les llamo al móvil. Vienen enseguida, lo primero que me dice mi cuñada es: "¿has hecho trampa?" y me entra la risa....cómo me esperaban dos horas más tarde, estaban en el coche descansado al lado del avituallamiento. No paran de decirme que soy un máquina, que si casi llego yo antes corriendo que ellos en coche, y yo no paro de reír y de decirles que están
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Cuando me dicen que soy un máquina me entra la risa |
chalaos, que yo de máquina más bien poco. Zampo de nuevo (poco, no tenía mucha hambre), hablo de nuevo con mi mujer, mando algunos wachaps, y me piro...¡nos vemos en Xodos!
Empiezo a estar cansado porque voy a buen ritmo, pero sigo teniendo piernas y muchas ganas. Voy rumbo a Xodos por un tramo que no me suena (este trozo también es nuevo) y tras pasar el cartel del "km95" recorro los 2 kilómetros más largos del mundo, porque no se acababan nunca. Ya veo Xodos abajo, está chulísimo desde aquí, y pese a que parece que ya he llegado aun me tiro un rato subiendo y bajando ya que para entrar al pueblo hay que dar más vueltas que un reloj....de nuevo mi hermano y mi cuñada me están esperando, de nuevo lo mismo, que si casi llego yo antes que ellos (es lo que tienen las carreteras de montaña de esa zona), y mientras como, bebo y recargo me dice mi cuñada que han estado con Kike Moret, que está en el pueblo. Es que ellos trabajaron juntos y se conocen, de ahí el comentario. El cielo está cada vez más negro, y pese a que ya me había caído algo de lluvia saliendo de Vistabella, parece que la cosa va a ir a peor. Salgo de Xodos siguiendo los carteles que separan a los corredores de CSP de la MIM (a Xodos llegamos todos) y cuando estoy saliendo oigo desde muy arriba "Jesuuuuu" y veo a mi equipo saludándome desde lo alto; estoy un poco nervioso porque sé que la próxima vez que los vea será en meta, porque sé que ahora vamos para bingo. Tras una bajada empieza una larga subida y pierdo de vista el pueblo. Recuerdo que todo esto lo pasé de noche en 2013, y hacerlo de día me encanta ya que la zona está muy chula. Me acoplo con un grupete de 4 corredores, pasamos juntos el cartel del km 100 (siempre hace ilusión pasarlo) y cuando empieza un tramo de subida durilla decido adelantarlos y aprieto, aunque pensaba que me cogerían porque subian mejor que yo.
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Con Kike Moret en Xodos |
Al final de los cuatro solo uno sube conmigo y vamos charrando.....y sin darnos cuenta llegamos a Mas del Collao (km104), otro avituallamiento en mitad de la nada. Bebo y como rápidamente, y los que fueron mis acompañantes durante los últimos kilómetros se paran y se sientan en unas sillas con caras de cansados. Yo tiro para adelante porque para que las cuentas me salgan hay que seguir y porque aunque esté feo decirlo, me encuentro muy pero que muy bien.
Voy corriendo por un sendero aéreo y muy bonito, sé que ya me quedan pocas subidas, y que son cortitas y no muy duras, y por ello subo el ritmo. Me encuentro genial, estoy disfrutando mucho, el tiempo está empeorando por momentos y le da a aquello un toque casi épico....¡¡¡cómo mola!!!......y por si fuera poco, y para poner la guinda a ese pastel que me
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Llegando a Xodos |
estoy metafóricamente zampando, a mi derecha aparece majestuoso el Penyagolosa....¡qué pasada! Lo voy bordeando por abajo, es precioso, con un tono rojizo en su roca que me hipnotiza....hablo con él un poco, lo saludo, recuerdo cuando muchos años atrás lo subí por primera vez, recuerdo otra vez que subimos nevando.....joder, estoy pletórico. Cuando ya lo he perdido de vista y he subido un buen tramo, paro y me pongo la chaqueta porque me estoy congelando. Hace mucho frío, viento, y a ratos llueve. Cuando estoy acabando de ponerme la mochila veo que está llegando un corredor al que adelanté....lo siento amigo, pero ahora toca sendero entre el bosque cuesta abajo, justo el hábitat donde mejor me siento, y salgo disparado hacia abajo a toda velocidad.....estoy feliz, voy muy rápido, mis piernas responden.....estoy cerca ya, sé que muy pronto llegaré a la pista y de ahí a meta....en pocos minutos llego a la pista, adelanto a dos corredores, en el km 110 hay otro avituallamiento pero no paro, y los voluntarios me aplauden.....está anocheciendo, y cómo la pista va por el interior del bosque me pongo el frontal. Me quedan 5 kilómetros y voy a bajar de las 22 horas, no me lo creo ni yo, y decido que ahora corro todo el rato, incluso subiendo, y de esta forma voy pasando gente y ganando minutos al crono...
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En meta |
Ya oigo la megafonia de meta, también la música....aprieto el ritmo, animo a todo aquel corredor al que adelanto: "¡vamos que ya lo tenemos!"; recuerdo de mi anterior CSP que tras la pista, había una bajada y llegaba a meta....pero en realidad no era así, aunque yo en esos momentos no lo sabía. El camino gira a la izquierda, no tengo a nadie delante ni detrás y estoy corriendo a un buen ritmo. Sigo las cintas que señalan el camino, pero poco a poco voy dejando de escuchar la megafonia de meta....de pronto empiezo a subir, oigo muy lejos la megafonia, dejo de nuevo de oirla....y mi cabeza se empieza a trastornar...enciendo el frontal, estoy corriendo sólo, me estoy poniendo muy nervioso y asustado y una idea aparece en mi mente: estás corriendo al revés, te estás alejando de meta, has debido de pasarte algún cruce y vas hacia Xodos siguiendo el camino que hacen los de la MIM. No sé por qué, pero estaba convencido de que me estaba pasando
eso, tan convencido estaba, que decido frenar en seco y me pongo a correr en la dirección opuesta, es decir, vuelvo por donde he venido. Voy así un rato hasta que a lo lejos veo frontales que se acercan, por lo que me doy de nuevo la vuelta convencido ahora, de que o voy bien, o vamos todos mal. Sigo corriendo, no escucho nada, pero paso por un tramo donde hay que subir unos pedruscos que me resulta familiar....sí, voy bien. Acelero, voy bajando, sigo sin escuchar nada pero voy pasando gente, por lo que estoy en el buen camino. De pronto escucho de nuevo la megafonia, cada vez más cerca, pero no llego nunca a meta....los minutos van pasando, corro rápido y con miedo a resbalar porque está todo embarrado por la
lluvia, y de pronto aparecen unas luces y escucho el sonido del compresor....¡¡¡ahora sí!!!...pongo el frontal a tope de luz y acelero cómo si estuviera haciendo un 400....bajo, hago el pequeño circuito balizado, y entro en meta con una sonrisa en la cara y una sensación de paz en mi interior que no puedo describir. 21h29m08s, ese fue mi tiempo, para mí todo un triunfo aunque es muy modesto. Lo importante es que estoy entero y muy feliz.
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¡Lo conseguimos! |
Por desgracia mi hermano y mi cuñada no están en meta, llegan allí 5 minutos después. Y es que pese a llevar en ese lugar desde las 7 de la tarde, un pequeño problema en la organización con los buses les obligó a dejar Sant Joan a las 9 de la noche para tener que
volver más tarde, 5 minutos tarde. Lo siento mucho más por ellos que por mí, porque después de la paliza que se habían pegado se perdieron el momento más esperado, pero eso no nos quita la alegría...les doy las gracias un millón de veces, les digo que esa medalla es de los tres, que sin ellos yo no estaría ahí, y mucho menos, en el estado en el que me encuentro.
Y eso fue todo, para mí CSP supuso una carrera de extremos: de estar hundido anímicamente, a estar exultante....jamás entenderé cómo funciona mi cabeza, sigue siendo un misterio. Reconozco que disfruté mucho la carrera desde que amaneció, que pese a seguir siendo un lentorro las largas distancias me siguen gustando y enseñando muchas cosas, y de nuevo he vuelto a comprobar que querer es poder. Me quedo con un montón de momentos vividos, con la alegría de ver a amigos y compañeros en carrera, con esa gente de Castellón que lo dejaba todo para animarte, con esa luna entre los árboles y la niebla, con ese Penyagolosa, con la gente que ha estado conmigo en la distancia, y sobre todo, con todo lo que han hecho por mí mi hermano y Anun, mi cuñada. Gracias, es lo único que os puedo decir, gracias a todos, y a ti por estar ahí....