sábado, 8 de septiembre de 2018

Cosas que no deberías olvidar si vuelves a Chamonix

Bueno querido amigo, si estás escribiendo estas líneas es porque has pinchado en UTMB. Antes que nada decirte que no pasa nada, solo tu orgullo ha sido herido y quizás te toque volver a ponerte en la dura tarea de volver a buscar puntos y sobre todo, a visitar consultas de nutricionistas para ver qué le pasa a ese estómago tuyo al que no le gustan los kilómetros en la montaña y las noches sin dormir.

Pero por si no solo tu estómago fuera un órgano que no responde como debe, y tus neuronas dejaran de guardar la información que tienes, o la pasaran a una papelera de reciclaje pasado cierto tiempo para proceder a su eliminación, vamos a dejar aquí algunos apuntes y conclusiones que seguro te vienen bien si llegado el caso, volvemos a aquel maravilloso lugar.

1- Viaja en avión y en bus: sí, 1h 50m frente a casi 11 horas de coche creo que es el mejor resumen. Es más, según ViaMichelin y metiendo los datos de mi coche actual, la ida y vuelta me costaría 560 euros, más caro que viajar en avión. Habría que añadir al gasto el tener que parar a mitad de camino a dormir porque de no hacerlo, mi hija me odiaría para siempre. El bus desde el aeropuerto a Chamonix nos ha costado 66 euros ida y vuelta los tres, y hemos ido relajados y viendo el paisaje, y una vez en Chamonix, hay transporte público (gratuito si te alojas allí); no hablemos ya del drama de aparcar en esas fechas en esa bonita ciudad....en fin, que no hay color.

2- Tienes que llegar a Chamonix al menos dos días antes de la carrera: que no te vuelva a pasar lo de este año...si tienes que recoger el dorsal la misma mañana de la carrera (casi una hora entre colas, comprobaciones de material y demás) no puedes descansar como debes y te toca estar preparando y revisando la mochila en vez de tenerlo todo listo ese viernes. Por no hablar de que te estás tirando unas preciosas horas en pié, que podrías aprovechar para estar tumbado a la bartola, que luego ya tendrás tiempo de andar y correr...

3- Llega entrenado (este año lo estaba, ojo), no dejes ningún cabo suelto (lo digo por lo del estómago y tal, que no siempre la suerte me sonríe) y sobre todo, no arrastres ninguna molestia, aunque sea mínima. Este año he llegado con dos pequeñas molestias, tratadas en fisio, una de ellas llevaba mes y medio sin molestar incluso en los entrenamientos más duros, pero a los pocos kilómetros apareció como ese familiar que llama a tu puerta justo cuando te dispones a sentarte a cenar o a entrar a la ducha. Es una carrera muy larga y cualquier mínima molestia puede convertirse en un tormento; vamos, que en la medida de lo posible, llega totalmente "limpio" de molestias o lesiones. Y mejor llegar un poco descansado, que pasado de entrenamiento, aunque encontrar el equilibrio no es fácil.

4- Trata de llevar el material más ligero posible, aunque eso signifique gastarse dinero en material de calidad. Yo ya sabía que cada gramo contaba, pero en mi corta experiencia durante los 80 kms que mi estómago me dejó disfrutar, constaté que esas eternas subidas no se llevan muy bien con el peso en la espalda. No soy Kilian ni en físico ni en cabeza, pero intentaré parecerme a él a la hora de hacer mi mochila.

5- Intenta no salir el último; este año estaba ahí porque diluviaba y preferí no estar una hora de pié empapándome. Está muy claro que en 171 kms el pelotón se va a estirar muchísimo, pero me agobió mucho ir con tantísima gente a un ritmo que no era el mío y que iba comiéndose minutos, que son como los gramos de peso: cada uno cuenta.

6- Trata de ir un poco más rápido durante la primera parte de la carrera: pese a que salí de los últimos y que a partir del segundo control empecé a ganar tiempo, y en ningún momento tuve la presión de llegar justo, no está de más tratar de no dormirse en los primeros 80 kilómetros, donde los tiempos entre controles son más justos. Puede que pienses que mejor reservar para el final, pero es que por mucho que quieras reservar para el final, lo más probable es que con el paso de los kilómetros estés muy fundido y no puedas ir más rápido, por eso mejor llegar con un buen colchón de tiempo a tu favor preveyendo tu más que posible pérdida de rendimiento. No se trata de salir a 4'30, sino de ir a un ritmo cómodo pero constante trotando siempre que te sea posible.

7- No pares a dormir en la primera noche: enlazando con el punto anterior, creo que esto es fundamental en esta carrera. Por eso hablaba de llegar a Chamonix al menos dos días antes de la carrera, así puedes dedicar el día de la salida a tratar de dormir lo máximo posible. La idea sería dormir de jueves a viernes todo lo que puedas, levantarse y desayunar, volver a dormir (gracias Dormidina) durante toda la mañana, y luego ya comer y prepararse...porque yo no puedo dormir siesta 3 horas antes de salir, los nervios me comen Si haces todo esto, llegarás fresquito a la salida y podrás pasar la primera noche en vela y ganando preciosos minutos. Yo este año me tumbé en dos avituallamientos, 20 minutos en cada uno, lo hice por sueño (el día de la carrera me levanté a las 8 de la mañana y ya no pude dormir más)  y sobre todo por tratar de que mi estómago se tranquilizara y volviera a funcionar: no funcionó, y solo pude pegar una pequeña "cabotá" de escasos segundos que eso sí, despejó mucho mi cabeza. Lo ideal sería, con un buen colchón de tiempo ganado en la primera noche y durante el día, tumbarse un ratito la segunda noche para cargar la batería de cara al tramo final hasta meta.

8- Si puedes, alguna asistencia no estaría nada mal: yo no tuve ninguna asistencia porque pasé de meter a la peque en colas de bus y horas de espera, pero no está de más. Por un lado por el apoyo moral y la alegría que te da ver a alguien que te quiere, te espera y te anima, por el otro porque pueden traerte algo que necesitas...no sé, me acuerdo del puto chino que devoraba un bol de arroz, carne y verduras a mi lado mientras yo tenía arcadas tratando de comerme un miserable macarrón de los que ofrece la organización, un bol que otro colega chino le trajo. Hoy en día, para mí es casi ciencia ficción pensar en comer en un avituallamiento, que me entre algo, pero quien sabe si llega el día en el que ese chino soy yo y no dejo ni el plástico del bol.

9- Entrena mucho las cuestas eternas: en UTMB las cuestas son eternas, sin tregua, tanto si subes como si bajas. No lo olvides y entrena simulando esas condiciones, aunque en Valencia no sea nada fácil.

Bueno amigo, no olvides todas estas cosas si vuelves a embarcarte en esta gran aventura. Espero estar leyendo estas líneas en unos años, y darles utilidad....




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