viernes, 17 de agosto de 2018

UTMB 2018: Ya estamos ahí

Hace unos meses dije que iba a hablar de esta carrera pero no lo he hecho. Es curioso, pero lo que ha sido mi sueño durante muchos años, ha estado a punto de convertirse en una pesadilla.

Sí, me he agobiado, lo he llegado a odiar, he llegado a plantearme muy seriamente mandarlo todo a paseo, perder el dinero de los vuelos y de la inscripción y seguir con mi vida. Ha sido mi mujer, Conchin, la que de nuevo y una vez más ha puesto un poco de cordura en todo esto: en mis paranoias, en mis indecisiones, como si soportarme a diario y aguantar mis entrenamientos no fuera suficiente.

No puedo hablar de miedo a la distancia o al desnivel, pese a esos 171 kms y 10000+; respeto a un reto así le tengo todo el del mundo, pero no miedo. Sí temo muchas cosas: a tener problemas con los vuelos, o con el bus, o con recoger el dorsal, miedos tontos sí, pero no puedo quitármelos de la cabeza ya que para ciertas cosas soy tremendamente detallista y quiero que todo encaje a la perfección, odio improvisar. Ya en carrera temo cualquier problema con el estómago, a pegarme una buena hostia que me deje seco, a alguna lesión o dolor que me impida seguir, a problemas con la meteo que hagan que nos recorten el recorrido....por no hablar de ese mochilón que me toca llevar lleno de material obligatorio que posiblemente, no vaya a utilizar. Hay tantas cosas que pueden salir mal, que si me paro a pensarlo con detenimiento me entra un sudor frío y un nudo en la garganta que no me gustan nada.

Para colmo, cada día me duele una cosa nueva. Arrastro unas molestias en un tobillo y en una rodilla que no logro quitármelas de encima, yo pienso que lo que necesitan es descanso, reposo, tiempo para recuperar, pero estando a 14 días de la carrera, el descanso es un lujo que no me puedo permitir; por lo que si no tenía ya la suficiente presión, añade molestias musculares al combinado.

Lo reconozco: tengo tremendos bajones mentales, me pongo de muy mala hostia y detesto que la gente me pregunte por la dichosa carrera, no sé, es como si necesitara meterme en una especie de urna, burbuja o cajón, y estar allí yo solito, concentrado y sin dar explicaciones a nadie, como si eso me alejara o me tuviera a salvo de ese "monstruo" que me espera el 31 de Agosto; pero ayer, así como quien no quiere la cosa, vi este vídeo y recordé algo que por obvio, había olvidado: voy a pasármelo bien, así de fácil, a disfrutar.

https://www.facebook.com/Ryan.Nicholas.Sandes/videos/308827936551132/

Sí, lo había olvidado, olvidaba que voy a correr por un escenario fantástico, que voy a poder participar en una carrera que cruza tres países, una carrera que ha dejado en lista de espera a 25000 corredores más, una carrera que no sé si será la mejor ultra del mundo, pero es algo así cómo el Maratón de Nueva York para un corredor de asfalto. Y había olvidado que lo único que tengo que hacer es dosificarme bien, no cometer errores gordos, tener un poco de suerte, y grabar la experiencia a fuego en mi alma.

No sé qué pasará, como estaré el 3 de Septiembre, no sé si seré capaz de llegar a meta, pero quiero intentarlo y darlo todo. Y quiero hacerlo disfrutando, saboreando cada día, porque esto es algo que ha llevado años y no quiero convertirlo en algo negativo; porque aunque suene un poco feo, creo que me lo he ganado.

Próxima parada: Chamonix.
 


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