miércoles, 3 de agosto de 2016

Maratón de Madrid 2006

Publicado en Facebook  el 13 de Abril de 2015

Maratón de Madrid 2006


Una de mis más gloriosas "hazañas" atléticas tuvo lugar hace casi 9 años, y siempre que llegan estas fechas me acuerdo de aquella gesta; por aquel entonces, un día me dí cuenta de que el Maratón Popular de Madrid se celebraba justo el día en el que yo cumplía 33 años y me dije "¿por qué no te lo regalas?", y para allá que nos fuimos.


Viajé con mi mujer y con una pareja de amigos, llegamos a Madrid city (yo nunca había estado en esa ciudad) y tras instalarnos en el hotel, ya a media tarde, se nos plantearon dos opciones: irnos a cenar a algún lugar donde sirvieran pasta y de ahí a la cama prontito para estar descansado al día siguiente, o bien irnos de cenota en plan turista y luego irnos a ingerir bebidas espirituosas a cualquier tugurio....lógicamente, elegimos la segunda opción. Recuerdo que estuvimos dando vueltas por el centro, y cenamos los típicos bocatas de calamares con ajoaceite en la Plaza Mayor, acompañados de picoteo y cerveceo. De allí nos fuimos a un antro a cumplir con uno de mis rituales pre-carreraimportante: meter orujo en vena para limpiar toxinas. Recordemos que hablo de hace 9 años, entonces eso de las dietas, los carbohidratos, geles, suplementos y demás sonaba a chino mandarín. Hecha esta aclaración, y llevando ya un puntito importante de alegría en el cuerpo, nos presentamos en el citado antro donde pedimos unos orujos.....claro, uno que es un poco paleto no está acostumbrado a viajar, y daba por hecho que nos lo servirían en un vasito de chupito, pero no, vaso cubatero lleno de orujo hasta el mismo borde. Yo, que soy de poco tirar, no tuve más remedio que no dejar ni gota, y cómo mi mujer, que es de poco beber, solo le pegó dos tragos, pues me obligó a bebérmelo entero también. Y de esta guisa, doblado, y llegando al hotel por los pelos, me metía en mi habitación pasadas las 2 de la mañana. Y cómo ya tenía la faena medio hecha, ya que mi mujer estaba medio anestesiada con los dos tragos de orujo, y yo ya notaba los efectos vasodilatadores del alcohol en cierto miembro, pues me lancé a la aventura y mira tú por donde, acabamos retozando cuales adolescentes en primavera.....resumiendo...apagaba la luz a eso de las 4 de la mañana, un poco bastante borracho pero feliz por los progresos de la noche madrileña.


Aaaamigo, pero a las 8 ya estaba yo en pié y vestido de gladiador para enfrentarme a esos 42 kilómetros nada llanos de Madrid, recuerdo que me miré en el espejo con un resacón tremendo y me dije "ya tienes 33...¿y adonde cojones vas con la que llevas encima?"; pero en aquellos tiempos en los que no existían las medias de compresión, ni los geles, ni las sales, ni siquiera los GPS, uno tenía que seguir y asumir sus retos; porque eran tiempos en los que con solo tres palabras te metías en unos fregados tremendos, aquellas tres palabras eran "no tienes huevos", y oye, otra cosa no, pero por huevos no iba a quedar la cosa.


Total, que ya estaba yo en la línea de salida flipando al estar rodeado de miles de corredores y de una animación que jamás había soñado (recuerda querido lector de esta gilipollez, que por aquel entonces en el Maratón de Valencia solo corríamos cuatro gatos, y más que ánimos, solo recibíamos insultos y toques de claxón a nuestro paso), y de pronto aquello empezó a moverse y yo también....joder, se me pasaron los primeros 8 kms en una nube ante semejante espectáculo....luego pues bueno, los kilómetros pasaban sin pena ni gloria, cuesta arriba, cuesta abajo, de pronto veía a mi mujer y amigos y me hacían alguna foto.....vamos, que iba sobrevicorriendo.....pero en el km 37 mis piernas me dijeron que hasta aquí, tanto alcohol las había secado y mi correr era extraño, parecía una mezcla de Robocop y Lina Morgan....total, que en una especie de parque me paré a estirar porque mi cuerpo se rebeló contra mí.....en eso que llega un tío de la Cruz Roja y me dice que vale, que me retiro, y le digo que ni hablar, que solo quedan 5 kms y que yo soy muy machote y puedo con ellos, el tío dándome la brasa...que si no estás ni para andar, que si así no, y yo pasando del amigo....al final se cansó y me dijo que seguía en carrera bajo mi responsabilidad, yo le dije que sí, a ver qué coño le iba yo a decir.


Y chino chano, medio reptando, medio trotando, medio andando, ya estoy en el Retiro, donde mis piernas me dijeron que hasta aquí otra vez (pesaditas que son joder)....pero cómo la gente animaba un montón, y cómo no quedaba ya nada (eso creía yo, aún faltaba km y pico), la cosa es que tiré de partes nobles y pude acabar.....fue mi maratón más lento, 3 horas cincuentaypico, pero coño, con la tajada que llevaba, yo estaba feliz. Ducha, de ahí al VIPS a comer (es que estaba muy cerquita de meta), algo de descanso, y por la noche a seguir cerdeando en Chueca.....joder qué fin de semana me pasé.


Acabo diciendo que aquel día empezó mi declive atlético que me acompaña hasta estos días; pero no, no lo digo con tristeza...cuando uno es un manta nadie espera nada de él y así vive feliz, sin presión, dejemos que la élite sufra mientras nosotros vemos el espectáculo desde el burladero atlético.


Me encanta correr.....¿lo has notado verdad?...


P.D: Adjunto foto que certifica mi lamentable estado antes de salir de la habitación del hotel....menos mal que el flash no saltó cerca de mí, de haberlo hecho, igual hubiera explotado ante la concentración de alcohol que corría por mis venas en esos momentos...

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